domingo, 21 de octubre de 2007

30 Agosto 2007 10h25pm.

30 Agosto 2007 10h25pm.

Este día llego de pronto. Es un día que espere desde hace mucho y sin darme cuenta llegó. A qué me refiero? Pues es que hoy la historia y el destino se encargaron de jugar una vez más conmigo.
Hoy vi a Clara. La vi con el pretexto de que quería llevarle su "lagarto secuestrado". La verdad es otra. Sólo quería verla y estar con ella un rato a solas. Así que después de ir al cine con mis nuevos amigos, fui a su casa.
Estoy caminando por la calle. A lo mucho me faltan 2 minutos para llegar hasta la puerta de donde vive. Estoy muy nerviosa, siento como si fuera mi primera cita con ella. Mis manos tiemblan y sudan mucho. Mi pancita se siente rara, creo que es a lo que llaman "sentir mariposas en el estómago". Y es que ni siquiera sé porque actúo así. Bueno, sí. Si sé. Hace mucho que no paso un rato en el que estamos completamente solas. Me siento muy ridícula, hasta estoy practicando como saludarla, como decirle "Hola".
Sin darme cuenta, ya llegué a la entrada de su departamento. Dudo un momento en tocar el timbre. Trato de respirar profundamente, pero los nervios no me dejan. Miro atentamente el timbre y me decido a tocarlo. En lo que viene a abrirme observo el suelo. Pero es que porqué me siento así?
-Hola- sonríe Clara abriendo la puerta.
-Hola- respondo.
Las dos entramos a su departamento. En la mesa de la sala puedo ver una hoja un tanto grande. Supongo que está haciendo su tarea. También está sobre la mesa su celular conectado a unas bocinas. Está escuchando Beat 100.9. "Hay cosas que nunca cambian" pienso.
-Y qué se siente entrar de nuevo a la escuela?- pregunto nerviosa.
-Pues en parte bien- dice.
Y de ese tipo de cosas hablamos mientras ella hacía su tarea y yo la observaba. Hubo un momento en el que se levantó para servirse más agua. Discretamente me asomo a la cocina y la encuentro agachada. Le veo el trasero por un momento y rio. Soy una pervertida. Espero que ella no se haya dado cuenta. Aunque creo que no lo haya notado, de lo contrario me hubiera pegado.
Le conté la historia del funeral de mi tío. Ella me miraba sorprendida. Obviamente cualquiera lo estaría. Un funeral no es divertido, pero apuesto que si hubieran grabado con una cámara ese día, sería el funeral más increíble y sorprendente del mundo.
La estamos pasando muy bien, ya le conté también acerca de la pesadilla que tuve. En la que ella se suicidaba. Creo que no se sorprendió mucho, ya que Erandi ya se la había contado. A veces pienso que Erandi habla demasiado.
-Cuando me desperté, empezé a llorar- le confieso mirando mis pies.
-Jamás haría eso- me dijo.
-Ya sé, pero el sueño parecía tan real...- continúo. -Se sintió horrible. Tuve ganas de marcarte para preguntarte como estabas pero...
-Borraste mi teléfono.
-Sí. Sabes que suelo hacer eso. Para evitar la tentación de llamarte.
-Me hubieras hablado.
Me estoy haciendo taaaaan pendeja. Ella dice que la desición de no hablarnos fue mía, pero yo estoy casi segura de que fue ella la que me mandó muy lejos. Aunque tal vez separarnos por un tiempo fue bueno, al menos ya no me duele tanto saber que sigue con la hermana de Erandi. Sin embargo, aun me siento mal.
-Ya me cansé de hacer la tarea- me dice levantándose de la silla -Vamos a echarnos un rato.
-Yo..eh.. creo que mejor me voy- digo levantándome también.
-En serio? Ya tienes que irte?
-Sí.
Ja! I'm a fucking liar. No me quiero ir de ahí! Quiero que esta noche dure toda mi vida y que el tiempo se detenga en ese momento. Joder! Yo sabía que no era buena idea venir, pero mi maldito corazón tenía que jalarme hasta acá. Tomo mis cosas y caminamos hasta la puerta. Ella la abre y yo salgo primero.
-Ya me vas a decir donde vives?- me pregunta sin abrirme la puerta de salida del edificio.
-Nop, es un misterio.
-Ya dime!
-nop
-Ok, hagamos una apuesta, juguemos piedra papel o tijera. Si ganas, no me dices y te dejo salir. Si yo gano me dices en donde vives.
-Mmm....-digo pensando.
-Vamos! Siempre ganas en ese juego!
Tiene razón. Siempre gano. Y esta vez no fue la excepción. Ella no me dejará salir si no le digo. "tramposa" le reclamo. Después de un tiempo se lo confieso. Ya me dejó salir de ahí.

Se supone que ya tenía que irme, pero no lo he hecho. Estamos sentadas en el estacionamiento de su departamento. Platicando un rato. Recordando el pasado. Mientras más pasa el tiempo, más ganas tengo de besarla. A veces le hago creer que escucho con atención lo que dice, cuando la verdad es que sólo me la imagino abrazándome y besándome. Como en los viejos tiempos.
-Tengo miedo. Creo que ya no voy a volver a amar. Creo que yo misma me he puesto una barrera que me impide salir con alguien.
-No lo creo. Encontrarás a alguien, eres super detallista, tierna...lo tienes todo.
-"No. No lo tengo todo. No te tengo a tí"- pienso. -Me alegro por tí, que ya hayas encontrado a alguien.
-Si...- dice Clara en voz baja.
-Ahora sí ya me voy por que ya se me hizo tarde- le digo levantándome del suelo. -Te ayudo?- pregunto ofreciéndole mi mano para que pueda levantarse.
Ella toma mi mano y la jalo hacia arriba. Ese momento lo sentí en cámara lenta. Cuando nuestras manos se separaron, lo hicieron lentamente, rozándose entre ellas. Cómo decirle que la sigo amando? Cómo explicarle que no puedo ser su amiga? Cómo hacerla ver que la única en mi mundo ha sido y será sólo ella? Me siento como Clark Kent en la serie televisiva de "Smallville", y sólo espero el momento en el que Clara me diga que va a casarse con Lex Luthor. Lo acepto, soy un claro ejemplo de ese tipo de personas que sólo aman una vez en la vida, o al menos así me siento por hoy.
-Cuídate mucho- me acerco a ella.
-Tu también- dice abrazándome.
En realidad daría lo que fuera por hacer que el tiempo se congele. Quiero que este abrazo dure para siempre. Quiero sentir su olor, su calor, su cuerpo por tiempo indefinido, pero no es así. Me separo de ella lentamente. Ya no recuerdo que fue lo último que nos dijimos, estaba demasiado atenta observando como se alejaba, una vez más de mí.
Sin darme cuenta, me encontraba caminando hacia atrás, como solía hacerlo cuando a penas empezaba a salir con ella y la veía caminar en dirección opuesta a la mía. Me sentí como una adolescente muy enamorada. Me sentí como la primera vez que la ví. Me siento como si no la hubiera dejado de amar nunca, y para ser sincera, así es.
Soy una cobarde, lo sé. No puedo aceptar que la extraño y que ya me dí cuenta de que tan sólo con verla me siento feliz. Bueno, no soy cobarde porque acepto lo que siento hacia ella, pero si lo soy por que no puedo decirle lo que siento. De qué serviría? Aunque le diga no la traería de regreso y hasta podría alejarme más de ella. "Nunca has dejado de ser importante para mí, eso es lo que no entiendes". Me respondió con esa frase cuando platicabamos de cuando nos separamos. "Me hubiera gustado estar ahí cuando sucedió lo de tu tío". "Me hubiera gustado que estuvieras ahí" le contesté. Y así, una serie de frases se pasean por mi mente, recordando que hoy...que hoy me doy cuenta por qué la sigo amando y que probablemente, sea ella a la que le entregué mi corazón para siempre...

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